La Justicia de Río Cuarto dictó absolución para Eduardo Andrada, exdirector del Hospital de Huinca Renancó, y la asistente social Analía Morales, quienes fueron señalados de impedir que el padre de Solange Musse pudiera verla antes de su muerte durante la pandemia.
El caso, que conmovió al país en agosto de 2020, se centraba en Solange, residente de Alta Gracia, quien enfrentaba un cáncer terminal y había expresado su deseo de despedirse de su familia. Durante la cuarentena estricta por Covid-19, su padre no logró ingresar a Córdoba para cumplir ese último deseo.
En un juicio con jurados populares, Andrada fue absuelto por mayoría y Morales por unanimidad. Ambos estaban imputados por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. El fiscal había solicitado penas de un año y medio de prisión de cumplimiento condicional y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, mientras que la querella pedía dos años y cuatro de inhabilitación. La defensa había reclamado la absolución, reclamo que finalmente se hizo efectivo.
El caso se volvió icónico en la sociedad argentina por la imposibilidad de los familiares de despedirse de sus seres queridos durante la cuarentena, y generó un debate sobre los derechos de los pacientes y las restricciones aplicadas durante la pandemia.