El 19 de marzo de 2020 por la noche, el presidente Alberto Fernández anunciaba el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia del coronavirus que en teoría había sido designada así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ocho días antes.
“Por el decreto, todos los argentinos y todas las argentinas, deberán someterse al aislamiento social preventivo y obligatorio. Esto quiere decir que a partir de este momento nadie debe salir de sus residencias, todos deben quedarse en sus casas”, indicó el mandatario en su discurso transmitido por cadena nacional.
La medida que entró en vigencia a partir de las 0 de ese día, es decir, al comienzo del 20 de marzo, se iba a extender, según lo anunció el presidente hasta el 31 de marzo, pero esa fecha se extendió hasta el 10 de abril, día en el que se volvió a extender hasta el 26 de abril y así por dos años.
A partir del 20 de marzo se suspendieron las clases presenciales de todos los niveles y los espectáculos deportivos y culturales en todo el país y las calles quedaron vacías. A esa altura en el país se habían registrado un total de 128 casos positivos de coronavirus.
Desde ese entonces pasó a ser una de las cuarentenas más extensas del mundo de las cuáles aún sufrimos consecuencias socio-económicas. Perdimos seres querido que no pudimos despedir, comercios cerraron, incorporamos nuevos términos en nuestro lenguaje y tratamos de adaptarnos con miedo, dolor e incertidumbre a algo incierto.Ojalá nunca más se repita una situación así en el país.
Desde nuestro medio reivindicamos, recordamos y agradecemos eternamente a los equipos de salud que estuvieron en la primera línea combatiendo contra un monstruo desconocido.
