El Senasa decidió dejar en cuarentena al perro durante 10 días y vacunarlo contra la rabia dentro del Aeropuerto de Ezeiza.
El animal había llegado a la Argentina junto a su dueño desde Hungría y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria quería deportarlo porque su vacuna contra la rabia había vencido 8 días atrás.